El primero, como en casa. Así nos sentimos los niños y jóvenes en la Casa Rural Villa Liquidambar de Torrecilla desde que llegamos ayer a las 12 y nos instalamos en las habitaciones.
No es la primera vez que disfrutamos de este alojamiento, siempre muy a gusto, y ya desde el primer minuto no ha habido respiro: paseo por el pueblo ayer; manualidades y taller de globos hoy con un día un poquito más fresco. La piscina, ahí aguardando, y nuestras ganas de pasarlo bien, también.